¿Por qué nos duele el brazo cuando nos vacunan?

Efectos secundarios vacuna

Pfizer, AstraZeneca o Moderna son algunas de las palabras que hemos incorporado a nuestro vocabulario habitual en el último año. La vacunación contra el COVID 19 ha demostrado ser eficaz para disminuir las tasas de hospitalizados y de defunciones causadas por este virus emergente. Del mismo modo, también nos hemos acostumbrado a preguntarnos los unos a los otros qué tal nos ha sentado la vacuna, porque como bien sabrás, tiene algunos efectos adversos.

¿Cómo funcionan las vacunas?

La primera vacuna que inventó el humano fue la de la viruela en 1796. En aquella época era de conocimiento popular que las vacas sufrían una enfermedad que producía la erupción de sus ubres (similar a la viruela). Los campesinos sabían que los ordeñadores se contagiaban de esta enfermedad y también observaron que, cuando había epidemias de viruela humana, estos trabajadores rara vez se enfermaban. Algo ocurría con las vacas que les hacía estar “protegidos”.

El médico británico Edward Jenner aplicó este conocimiento y realizó un experimento: introdujo en un niño de 8 años la viruela de la vaca procedente de la pústula de una ordeñadora y observó que quedó protegido. En aquel momento, se inauguró la era de la vacunación.

Las vacunas funcionan imitando al virus o bacteria del que nos quiere proteger, preparando a nuestro sistema inmune para reconocerlos y enfrenarse a ellos.

Esto se puede lograr de diferentes formas: 1) vacunas que llevan el virus atenuado (debilitado en un laboratorio para que no cause enfermedad) o 2) con partes del microorganismo (como algunas proteínas).

En el caso de la Covid-19, el virus SARS-COV2 lleva consigo una proteína S (spike o espícula) que es la que le permite infectar y multiplicarse dentro de las células. Esta proteína es muy importante para el virus y por eso la mayoría de las vacunas frente a la COVID-19 implican una respuesta contra ella. Las vacunas pueden tener esta proteína o el “molde” de su ARNm para que nuestras células la sinteticen, como ocurre en las vacunas Pfizer y Moderna. Cabe matizar que no tienen el virus completo y, por lo tanto, nunca van a producir la enfermedad.

Una vez introducida la proteína S en nuestro cuerpo, los linfocitos B (células del sistema inmune que trabajan para eliminar microorganismos) comienzan a formar anticuerpos y los linfocitos T (encargado de destruir a las células infectadas por virus) se prepararán para atacar.

Si una persona vacunada se infecta, nuestros linfocitos T y anticuerpos harán que se elimine el virus antes de que se multiplique y por eso pasaremos la enfermedad de forma más leve.

Efectos adversos de la vacuna

Todos los medicamentos, incluidas las vacunas, pueden desencadenar reacciones adversas leves o, en menor frecuencia, graves. Una de ellas es el dolor de hombro. Según fuentes del Ministerio de Sanidad, entre un 80% de las personas vacunadas con Pfizer y un 90% de los vacunados con Moderna han padecido este síntoma. Otros síntomas que podrían aparecer son: cansancio, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos y náuseas.

¿Por qué nos duele el hombro con la vacuna?

La pregunta tiene dos explicaciones. Por un lado, el propio pinchazo de la aguja y la introducción del líquido genera que las fibras del músculo deltoides, el sitio habitual de la vacuna, sufran una micro lesión. Esto es mínimo e inofensivo pero lleva a que el propio tejido genere una serie de mecanismos para reparar dichas fibras. Por otra parte, la zona que recibe la inyección es donde comienza a trabajar nuestro sistema inmune. Al introducir unos componentes virales, este sistema los detecta como extraños y los ataca. Esto nos sirve para que, a la hora de una posible entrada del virus “real”, nuestro cuerpo ya este ya preparado para eliminarlo de la manera más eficiente.

Estos dos mecanismos tienen algo en común: la inflamación, que se ve externamente como dolor, el enrojecimiento y la hinchazón.

Otro efecto secundario causado por la activación de nuestra inmunidad es el dolor en la axila por la inflamación de los ganglios, que puede también evidenciarse como un bulto (conocido con el nombre de “adenopatía axilar”). Dentro de los ganglios tenemos muchos linfocitos que están activándose contra las partes virales de la vacuna. Además de las adenopatías axilares también se puede notar un bulto en los ganglios que tenemos por encima de la clavícula. Según algunos estudios este efecto adverso, a diferencia de los anteriores, está relacionado con una mala técnica a la hora de la administración de la vacuna.

¿Cuánto dura el dolor de hombro? Lo normal es que el dolor dure aproximadamente entre 2 y 7 días. Si se extendiera más días sería recomendable consultarlo con tu médico de cabecera.

Cómo evitar el dolor de brazo después de la vacuna

Los paños fríos o la aplicación de hielo sobre la zona pueden contribuir a disminuir la inflamación y, por lo tanto, el dolor en el músculo. Otra alternativa es ejercitar el deltoides con ejercicios que resultan muy fáciles de realizar. A continuación, se listan algunos ejemplos:

• Mover los brazos extendidos a los laterales de nuestro cuerpo formado círculos pequeños
• Con los brazos extendidos hacia los laterales subir y bajarlos.
• Subir y bajar los brazos extendidos hacia adelante
• Con los brazos extendidos hacia adelante llevarlos hacia los laterales
• Levantar y bajar tu mano

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