Técnicas de Estudio: Camino, camino y vuelvo atrás

En esta ocasión vamos a hablar de una técnica de estudio que puede resultar valiosa para luchar contra uno de los grandes enemigos del estudiante: el olvido.

Son muchos los alumnos que contactan con el servicio de Orientación de MasterD para contarnos el agobio que les produce no recordar los contenidos de sus estudios. Estudian y estudian y se desesperan cuando, al retomar aquel tema que estudiaron el mes pasado, se dan cuenta de que lo han olvidado casi por completo.

Si esta historia te suena, si tú también te has desesperado en alguna ocasión, estate tranquilo, tu cerebro funciona correctamente, eres una persona “normal”, ya que el olvido es una fase más del aprendizaje y también tiene su utilidad: dejar sitio para adquirir nuevos conocimientos.  

Ahora bien, ¿puedes hacer algo para evitarlo? Indudablemente sí, pero tendrás que aplicar una buena técnica, en este caso te propongo que apliques la técnica que yo llamo “camino, camino y vuelvo atrás”.

Hay un dicho popular que dice que hacia atrás “ni para tomar impulso”. En el caso del estudio olvídate de la sabiduría popular, aquí no funciona y la única arma con la que contarás para combatir el olvido es el repaso. Mi consejo es que te guardes un día a la semana o cada quince días para repasar los contenidos precedentes.

El repaso simplemente consistirá en leer los esquemas que tú elaboraste en su momento para el estudio de cada tema.

En el primer repaso te agobiarás y te preguntarás cómo es posible que en tan poco tiempo lo hayas olvidado todo. Tranquilo, en el segundo repaso recordarás más datos, y en el tercero y siguientes los contenidos quedarán grabados de forma más definitiva. Conforme avances y lleves más temas estudiados tendrás que planificar más momentos para los repasos.

Los alumnos suelen decirme “es que con el repaso pierdo mucho tiempo”. Por favor, cambia el chip, el repaso es una inversión, es la inversión que te dará el triunfo en los exámenes, no escatimes el tiempo dedicado al repaso, no escatimes el tiempo que te ayudará a triunfar.

El objetivo es avanzar y cada “x” tiempo volver atrás, desandar el camino.

El último mes antes de cualquier examen importante lo más aconsejable es no avanzar más, no estudiar nuevos contenidos, sino afianzar los que ya se conocen.

La mente es un como un armario en el que vas colocando tu ropa. Lo más nuevo ocupa la primera línea  pero, conforme adquieres más prendas, aquellas, al principio tan novedosas, van ocupando las baldas traseras. Al final, llega un momento en el que siempre llevas lo mismo, lo más reciente, porque ya has olvidado lo que tienes y no te queda otra que darle un repaso a tu armario y reorganizarlo. En el estudio sucede lo mismo.

Pero ¿sabes la buena noticia? Que todo está ahí, nada ha desaparecido, solo es cuestión de volver a recordar qué tengo, de volver a repasar los contenidos en otro tiempo aprendidos, de caminar, caminar, y volver atrás.